Nació en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá en 1954, pero vivió gran parte de su infancia en el municipio de Cota - Cundimarca, en donde aprendió todos los oficios del campo, como cultivar la tierra, recoger el agua de los afluentes y la lluvia, y preparar una variedad de platos.
“Trabajé en Cota la agricultura, las costumbres, como cocinar en olla de barro, hacer arepas, hacer tortas, sopas, hacer comidas criollas de campo como los quiches para hacer envueltos, las hojas de chisgua, hacer la chucula de los 7 granos, la mazamorra de piste, de pintado, es decir, lo que es de campo totalmente” dijo la señora Mercedes.
Se asume con raíces muiscas y está orgullosa de su identidad campesina, lo que le ha permitido liderar procesos de defensa del territorio para el bienestar de su comunidad en la vereda Fátima de la localidad de Santa Fe.
Llegó a los cerros orientales en los años 70, cuando se casó, su esposo sí es originario de la vereda, pero Mercedes acogió este territorio como suyo, trabajó la tierra, crio a sus hijas e hijo, le dio fuerza a su voz e ideas y sigue luchando para que el campesinado tengan una vida digna y conserve sus tradiciones. Al respecto comenta, “Yo me puse en los zapatos de toda la vereda, no había una persona que pusiera la cara, pero entonces yo no lo hice solo por la vereda sino por cerros que nos incluía a todos, era la vida de un campesino, la vida de nuestras raíces ancestrales, entonces yo empecé esos debates donde nos invitaban, acompañada de muchas personas que me guiaron.”
A lo largo de estas cuatro décadas Mercedes ha visto los cambios y los desafíos que como pueblo campesino enfrentan, “He visto como se han incrementado los edificios y más hacia la reserva, realmente las instituciones no reconocen que las personas del campo son las que más cuidan la reserva, la mayoría quiere vivir en los cerros pero destruyéndolos, nosotros estamos con un territorio reino, realmente sano, y los que vivimos acá somos los que cuidamos y por eso es que existen estos pulmones alrededor de la ciudad.”
En el 2008 participó de un encuentro para construir una agenda de la mujer rural del Distrito, a partir de esa experiencia, emprendió junto con otras mujeres la conformación de la Asociación de Campesinas y Campesinos Raíces de la Montaña vereda Fátima, la cual busca conservar las tradiciones culturales y agrícolas y la defensa del territorio rural.
A sus 66 años, cultivando papa, maíz, frijol, arveja y hiervas aromáticas, conservando las semillas autóctonas de cada cultivo, y la crianza de gallinas en el marco del proyecto de emprendimiento rural que apoyó la Alcaldía local, en el que se implementó como agronegocio una alternativa sostenible de avicultural, la señora Mercedes sigue sensibilizando a las nuevas generaciones de la vereda para promover el amor y la lucha por esta parte de los cerros orientales, y menciona que se imagina este territorio así: “Lo sueño muy floral muy lindo, que con solo verlo me produzca descanso, donde mejore la productividad y donde haya vivienda digna para todos.”