Tras el retorno de 684 indígenas Emberá a sus territorios, el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera en Bogotá ha cerrado sus puertas por dos meses para llevar a cabo una serie de mejoras y desinfección, con el objetivo de restaurar y mejorar las condiciones del espacio.
El 9 de septiembre, las autoridades y entidades responsables del Parque Nacional Enrique Olaya Herrera presentaron un plan detallado de renovación y mejora tras la salida de la comunidad Emberá. La jornada estuvo marcada por la evaluación del impacto físico, ambiental y patrimonial sufrido por el parque en los últimos meses.
El Jardín Botánico asumirá la siembra y la mejora de la jardinería, mientras que el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) se encargará de la instalación de nuevas canecas y de la adecuación y mejora de las escaleras; también de la recuperación de los senderos peatonales, dependiendo de la confirmación de pólizas. El Acueducto de Bogotá llevará a cabo la regeneración del alcantarillado, y el Jardín Botánico coordinará con Metro, el IDU y la UAESP para la plantación y mantenimiento del césped.
Asimismo, se programará una reunión para discutir la intervención en monumentos e infraestructura patrimonial, incluyendo el arreglo y lavado del Monumento Las Américas y la mejora de las bancas del parque. El IDRD también supervisará el arreglo y mantenimiento de la fuente del Ángel. La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el IDRD asumirán las mejoras y reparaciones adicionales en las casetas del parque.
Este cierre temporal del parque es parte de un esfuerzo coordinado para restaurar y mejorar las condiciones del espacio público, que se espera pueda reabrir en dos meses para el disfrute de la ciudadanía.